"¿El malo de la peli?", pregunta Gary Kemp. "No me importa. Lo tengo muy asimilado. Y, además, me redimo al final", añade el compositor de Spandau Ballet. Los cinco amigos londinenses han superado las rencillas de un divorcio que acabó en los tribunales y vuelven a formar una piña con ganas de hacer música y salir de gira en 2015. "Cuando lo llevas en la sangre no puedes dejarlo", remarcaTony Hadley, la voz más distintiva de los 80.
El segundo retorno de la banda que espoleó la movida new romantic viene con un doblete complementario. 'The Story...,' un doble disco con clásicos, canciones medio olvidadas y tres temas nuevos producidos por Trevor Horn. Tony incluso aporta su propia composición, 'Soul Boy', en una vuelta al ruedo de Spandau Ballet que se presagia más duradera que la reconquista de los escenarios en 2009.
"Me senté al piano y compuse la canción. Y ha saltado al título de la película", sonríe el cantante. 'Soulboys of the Western World' avanza con los vaivenes de la banda, hurgando en el carácter de sus integrantes, en las obsesiones que les unen y les separaron durante 20 años. "Desafortunadamente", lamenta Tony en Londres. "Pero tuvimos agallas para juntarnos de nuevo. Nos deshicimos de la ira y amargura que había entre nosotros y recuperamos el sonido único de Spandau Ballet".
La realizadora George Hencken, que ha trabajado con Julien Temple en filmes musicales, enmarca el documental en su contexto histórico- la era política de Margaret Thatcher- hilando imágenes de archivo con fotografías y películas caseras de los protagonistas. "Cuenta la alucinante historia del grupo y de una década en constante transformación", señala Gary. "Los años 80 fueron muy distintivos", interrumpe el batería John Keeble. "Sin Internet, y todos atentos al muro de Berlín, la liberación de Nelson Mandela, Live Aid... ".
"¿El malo de la peli?", pregunta Gary Kemp. "No me importa. Lo tengo muy asimilado. Y, además, me redimo al final", añade el compositor de Spandau Ballet. Los cinco amigos londinenses han superado las rencillas de un divorcio que acabó en los tribunales y vuelven a formar una piña con ganas de hacer música y salir de gira en 2015. "Cuando lo llevas en la sangre no puedes dejarlo", remarcaTony Hadley, la voz más distintiva de los 80.
El segundo retorno de la banda que espoleó la movida new romantic viene con un doblete complementario. 'The Story...,' un doble disco con clásicos, canciones medio olvidadas y tres temas nuevos producidos por Trevor Horn. Tony incluso aporta su propia composición, 'Soul Boy', en una vuelta al ruedo de Spandau Ballet que se presagia más duradera que la reconquista de los escenarios en 2009.
"Me senté al piano y compuse la canción. Y ha saltado al título de la película", sonríe el cantante. 'Soulboys of the Western World' avanza con los vaivenes de la banda, hurgando en el carácter de sus integrantes, en las obsesiones que les unen y les separaron durante 20 años. "Desafortunadamente", lamenta Tony en Londres. "Pero tuvimos agallas para juntarnos de nuevo. Nos deshicimos de la ira y amargura que había entre nosotros y recuperamos el sonido único de Spandau Ballet".
La realizadora George Hencken, que ha trabajado con Julien Temple en filmes musicales, enmarca el documental en su contexto histórico- la era política de Margaret Thatcher- hilando imágenes de archivo con fotografías y películas caseras de los protagonistas. "Cuenta la alucinante historia del grupo y de una década en constante transformación", señala Gary. "Los años 80 fueron muy distintivos", interrumpe el batería John Keeble. "Sin Internet, y todos atentos al muro de Berlín, la liberación de Nelson Mandela, Live Aid... ".
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