¡Y cayó en nuestras manos! El cabronazo Ted, que ha demostrado todos estos años con la continua emisión de conciertos en directo conmemorando fechas señaladas en su carrera que se encuentra en un estado de forma envidiable, se cuelga la guitarra y vuelve a arrasar con sus bramidos, desde ese “Shut up&Jam” que presenta berreando al más puro estilo “Wango Tango”, sale del garaje por una estrecha rampa con la directa metida y se pierde en la distancia atronando con su nueva colección de canciones, la primera, como recordábamos el otro día, desde la publicación de “Love Grenade” siete años atrás.
Con su recuperado vocalista de los 70, Derek St.Holmes, apoyando en las voces y a la guitarra rítmica, con la participación del amigo Sammy Hagar, que últimamente está en todas y aquí interviene en un tema, y con esa base rítmica extraordinaria que acompaña al Gran Búfalo Blanco desde hace años, la dupla integrada por los enormes Greg Smith y Wild Mick Brown, nuestro Ted ha ido al grano esta vez, alejándose definitivamente de la crudeza del ”Craveman” de 2002, y de la mayor ambición mostrada en los extensos “Spirit of the Wild” (1995) y el citado “Love Grenade”, por tomar como referencias los tres anteriores trabajos en estudio de la fiera de Detroit.
“Shut Up&Jam” es un trabajo más breve, en el que se dan la mano con total naturalidad diversas ramificaciones de su habitual rock&roll visceral y acelerado, dando como resultado un disco apasionante, variado, en el que las canciones saltan de un estilo a otro, siempre bajo el denominador común de las agallas, de eso que los americanos llaman “Guts”, con que la Bestia afronta la interpretación de cada una de sus nuevas canciones. Escuchémosle en las dos primeras, el title track, y ese zarpazo heavy que es “Fear Itself”, como funde las seis cuerdas bajo el implacable ataque de sus dedos, convirtiéndose en el único guitarrista del mundo que deja lo mejor para el final, con esos estiramientos y rasgueos que no dejan terminar a los temas, y ponen la piel de gallina al oyente.
Fuente: http://www.elportaldelmetal.com/
¡Y cayó en nuestras manos! El cabronazo Ted, que ha demostrado todos estos años con la continua emisión de conciertos en directo conmemorando fechas señaladas en su carrera que se encuentra en un estado de forma envidiable, se cuelga la guitarra y vuelve a arrasar con sus bramidos, desde ese “Shut up&Jam” que presenta berreando al más puro estilo “Wango Tango”, sale del garaje por una estrecha rampa con la directa metida y se pierde en la distancia atronando con su nueva colección de canciones, la primera, como recordábamos el otro día, desde la publicación de “Love Grenade” siete años atrás.
Con su recuperado vocalista de los 70, Derek St.Holmes, apoyando en las voces y a la guitarra rítmica, con la participación del amigo Sammy Hagar, que últimamente está en todas y aquí interviene en un tema, y con esa base rítmica extraordinaria que acompaña al Gran Búfalo Blanco desde hace años, la dupla integrada por los enormes Greg Smith y Wild Mick Brown, nuestro Ted ha ido al grano esta vez, alejándose definitivamente de la crudeza del ”Craveman” de 2002, y de la mayor ambición mostrada en los extensos “Spirit of the Wild” (1995) y el citado “Love Grenade”, por tomar como referencias los tres anteriores trabajos en estudio de la fiera de Detroit.
“Shut Up&Jam” es un trabajo más breve, en el que se dan la mano con total naturalidad diversas ramificaciones de su habitual rock&roll visceral y acelerado, dando como resultado un disco apasionante, variado, en el que las canciones saltan de un estilo a otro, siempre bajo el denominador común de las agallas, de eso que los americanos llaman “Guts”, con que la Bestia afronta la interpretación de cada una de sus nuevas canciones. Escuchémosle en las dos primeras, el title track, y ese zarpazo heavy que es “Fear Itself”, como funde las seis cuerdas bajo el implacable ataque de sus dedos, convirtiéndose en el único guitarrista del mundo que deja lo mejor para el final, con esos estiramientos y rasgueos que no dejan terminar a los temas, y ponen la piel de gallina al oyente.
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