No queda del todo claro qué lleva a The Strokes a sacar sus discos. Ni ellos parecen disfrutarlo ni tampoco están tan llenos de nuevas ideas musicales como para necesitar lanzarlas al mundo. Sin embargo, sus discos están lejos de ser una basura. Comedown Machine es, básicamente, un viaje solitario del cantante Julian Casablancas, que una vez más, nos muestra su respeto por la new wave de los 80.
El synth-pop de los 80 siempre resulta algo forzado para este tipo, dado que la escritura de sus canciones tiende a ser limitada en las melodías y tosca en los ritmos. Arranca fuerte con "Tap Out", un tributo a DeBarge con un meloso solo de guitarra salido directamente de "Running With the Night" de Lionel Richie. "One Way Trigger" es una mala imitación de A-ha y en "80's Comedown Machine" intenta aproximarse al lado más suave de Howard Jones. "Welcome to Japan" constituye la más obvia de las numerosas deudas con Duran Duran en el disco. Baladas como "Chances" prueban que Casablancas todavía no puede cantar en falsete. Y sólo para recordarnos sus pretensiones, cierra el disco con una dolorosa parodia a Tom Waits, aunque Waits se haría un tatuaje de One Direction antes de ponerle a una canción un título como "Call It Fate, Call It Karma."
Rob Sheffield (Fuente Revista Rolling Stone)
No queda del todo claro qué lleva a The Strokes a sacar sus discos. Ni ellos parecen disfrutarlo ni tampoco están tan llenos de nuevas ideas musicales como para necesitar lanzarlas al mundo. Sin embargo, sus discos están lejos de ser una basura. Comedown Machine es, básicamente, un viaje solitario del cantante Julian Casablancas, que una vez más, nos muestra su respeto por la new wave de los 80.
El synth-pop de los 80 siempre resulta algo forzado para este tipo, dado que la escritura de sus canciones tiende a ser limitada en las melodías y tosca en los ritmos. Arranca fuerte con "Tap Out", un tributo a DeBarge con un meloso solo de guitarra salido directamente de "Running With the Night" de Lionel Richie. "One Way Trigger" es una mala imitación de A-ha y en "80's Comedown Machine" intenta aproximarse al lado más suave de Howard Jones. "Welcome to Japan" constituye la más obvia de las numerosas deudas con Duran Duran en el disco. Baladas como "Chances" prueban que Casablancas todavía no puede cantar en falsete. Y sólo para recordarnos sus pretensiones, cierra el disco con una dolorosa parodia a Tom Waits, aunque Waits se haría un tatuaje de One Direction antes de ponerle a una canción un título como "Call It Fate, Call It Karma."
Rob Sheffield (Fuente Revista Rolling Stone)
Comentarios
Publicar un comentario