Hijo de un ministro de la iglesia Baptista, Kirk Fletcher se inició como guitarrista a la temprana edad de ocho años, después de observar detenidamente a su hermano mayor Walter que tocaba en los oficios dominicales en la iglesia de su padre.
También pudo ver en directo a gente como Albert Collins, Bobby ‘Blue’ Bland y los Staple Singers, por lo que Fletcher decidió dedicarse a tocar e interpretar el blues con toda su alma y pasión.
El salto definitivo a la escena profesional fue de la mano del cantante y armonicista de la Hollywood Fats Band, Al Blake, quien le introdujo en el negocio y le presentó a luminarias como Junior Watson o Kim Wilson.
En este “My Turn”, Kirk explora diferentes caminos y territorios sonoros siempre con el blues como punto de partida. El resultado no puede ser más satisfactorio y eficaz, diez canciones magistrales donde da rienda suelta a su lenguaje expresivo, apasionado y multifacético, exponiendo con claridad y destreza su amplio conocimiento, no sólo de la guitarra, sino también del lenguaje de la música afroamericana de la cual es un maestro consumado.
Hijo de un ministro de la iglesia Baptista, Kirk Fletcher se inició como guitarrista a la temprana edad de ocho años, después de observar detenidamente a su hermano mayor Walter que tocaba en los oficios dominicales en la iglesia de su padre.
También pudo ver en directo a gente como Albert Collins, Bobby ‘Blue’ Bland y los Staple Singers, por lo que Fletcher decidió dedicarse a tocar e interpretar el blues con toda su alma y pasión.
El salto definitivo a la escena profesional fue de la mano del cantante y armonicista de la Hollywood Fats Band, Al Blake, quien le introdujo en el negocio y le presentó a luminarias como Junior Watson o Kim Wilson.
En este “My Turn”, Kirk explora diferentes caminos y territorios sonoros siempre con el blues como punto de partida. El resultado no puede ser más satisfactorio y eficaz, diez canciones magistrales donde da rienda suelta a su lenguaje expresivo, apasionado y multifacético, exponiendo con claridad y destreza su amplio conocimiento, no sólo de la guitarra, sino también del lenguaje de la música afroamericana de la cual es un maestro consumado.
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