Bobby McFerrin, el virtuoso vocalista de "Don't worry, be happy", vuelve con Spirityouall, un disco de homenaje a los clásicos spirituals negros, a su padre y a la fe como motor de la vida.
03.06.2013
Por Guillermo dos Santos Coelho
Necesita algún grado de reivindicación Bobby McFerrin, cuya única entrada en la memoria popular fue su "Don't worry, be happy", en esencia una pavadita pegadiza, hace 25 años. Con la voz imitando cada instrumento, fue el único éxito de McFerrin en los rankings. Spirityouall, su flamante disco, invita a conocer el otro costado de un vocalista virtuoso.
La voz de "Don't worry be happy" no debe reducirse a esa canción humorística y a su artilugio técnico. Bobby McFerrin es un prestigioso y dotado vocalista de jazz, que cantó con varias figuras del género (Chick Corea, Herbie Hancock, Tony Williams y un largo etcétera).Spirityouall no es el mejor disco para apreciar sus habilidades vocales, pero es un trabajo en el que abre su alma.
El disco recoge viejas canciones del Spiritual negro, los cantos cristianos de la comunidad afroamericana de principios del siglo XX, nuevos temas en esa línea y hasta una obra de Bob Dylan. McFerrin deja un poco de lado los efectos vocales laterales, y se concentra en la línea principal y en el mensaje.
Ese mensaje es incluso antagónico con su superhit. Si "Don't worry, be happy" llamaba a tomar con una sonrisa cualquier problema o tragedia, porque sí, como manual tibio de autoayuda convertido en número 1 de Billboard, en Spirityouall la razón de todo es la fe, y el alma de McFerrin queda expuesta, convertida en un espejo de nuestra propia sensibilidad.
Este Bobby McFerrin no es el que contiene en un mismo tipo la orquesta, el coro y la sección rítmica. Pero es un hombre abierto. Spirityouall es un disco de mensaje, más que de atributos musicales. Y en el mensaje tiene una parte central su propio padre, el barítono pionero Robert McFerrin, primer afroamericano en cantar en un protagónico en la compañía del Metropolitan Opera.
"Everytime" hace la conexión directa entre padre e hijo, porque esta canción abreSpirityouall y también Deep river, el disco de spirituals de papá McFerrin, de 1957. Allí, la voz de Esperanza Spalding hace un contrapunto dulzón con Bobby, que muestra apenas el juego. Su elasticidad sigue intacta, cada vez que su "everytime" desciende en espiral a las profundidades de su garganta.
Spalding (actuará en el Gran Rex este miércoles) se confirma como una partenaire ideal para McFerrin con las armonías vocales de "Swing low" y el jugueteo de "Whole world".
Contenido, McFerrin no deja de mostrar su fe religiosa aún transportándose entre géneros. "Fix me Jesus" es un blues hecho y derecho. Y prueba el bluegrass en "Gracious". También se apropia de "I shall be released", de Dylan, con autoridad moral para transformarlo en una plegaria calma y sentida.
Una de sus principales características del vocalista, la de ir y volver del falsetto, en la versatilidad de sus cuatro octavas, se pone en evidencia en "Joshua", donde va de punta a punta. Otra, la de generar solos fascinantes con su voz, como si fuera un instrumento más, aparece poco, pero queda en evidencia en la intro de "Woe" o en la coda de "Glory".
Además de Spalding, otras apariciones celebradas del disco son las del multiinstrumentista Gil Goldstein, en teclados y acordeón, y Larry Campbell, sobre todo cuando agarra la guitarra con resonador. Pero la principal estrella es la propia voz de McFerrin, en el anhelo por mostrar su fe.
Spirityouall es un disco sobre fe, de un hombre de 63 años que necesita abrir su alma, conectarse con su padre y con su propia espiritualidad. Y contagiarla.
Fuente: clarín.com
Bobby McFerrin, el virtuoso vocalista de "Don't worry, be happy", vuelve con Spirityouall, un disco de homenaje a los clásicos spirituals negros, a su padre y a la fe como motor de la vida.
03.06.2013
Por Guillermo dos Santos Coelho
Necesita algún grado de reivindicación Bobby McFerrin, cuya única entrada en la memoria popular fue su "Don't worry, be happy", en esencia una pavadita pegadiza, hace 25 años. Con la voz imitando cada instrumento, fue el único éxito de McFerrin en los rankings. Spirityouall, su flamante disco, invita a conocer el otro costado de un vocalista virtuoso.
La voz de "Don't worry be happy" no debe reducirse a esa canción humorística y a su artilugio técnico. Bobby McFerrin es un prestigioso y dotado vocalista de jazz, que cantó con varias figuras del género (Chick Corea, Herbie Hancock, Tony Williams y un largo etcétera).Spirityouall no es el mejor disco para apreciar sus habilidades vocales, pero es un trabajo en el que abre su alma.
El disco recoge viejas canciones del Spiritual negro, los cantos cristianos de la comunidad afroamericana de principios del siglo XX, nuevos temas en esa línea y hasta una obra de Bob Dylan. McFerrin deja un poco de lado los efectos vocales laterales, y se concentra en la línea principal y en el mensaje.
Ese mensaje es incluso antagónico con su superhit. Si "Don't worry, be happy" llamaba a tomar con una sonrisa cualquier problema o tragedia, porque sí, como manual tibio de autoayuda convertido en número 1 de Billboard, en Spirityouall la razón de todo es la fe, y el alma de McFerrin queda expuesta, convertida en un espejo de nuestra propia sensibilidad.
Este Bobby McFerrin no es el que contiene en un mismo tipo la orquesta, el coro y la sección rítmica. Pero es un hombre abierto. Spirityouall es un disco de mensaje, más que de atributos musicales. Y en el mensaje tiene una parte central su propio padre, el barítono pionero Robert McFerrin, primer afroamericano en cantar en un protagónico en la compañía del Metropolitan Opera.
"Everytime" hace la conexión directa entre padre e hijo, porque esta canción abreSpirityouall y también Deep river, el disco de spirituals de papá McFerrin, de 1957. Allí, la voz de Esperanza Spalding hace un contrapunto dulzón con Bobby, que muestra apenas el juego. Su elasticidad sigue intacta, cada vez que su "everytime" desciende en espiral a las profundidades de su garganta.
Spalding (actuará en el Gran Rex este miércoles) se confirma como una partenaire ideal para McFerrin con las armonías vocales de "Swing low" y el jugueteo de "Whole world".
Contenido, McFerrin no deja de mostrar su fe religiosa aún transportándose entre géneros. "Fix me Jesus" es un blues hecho y derecho. Y prueba el bluegrass en "Gracious". También se apropia de "I shall be released", de Dylan, con autoridad moral para transformarlo en una plegaria calma y sentida.
Una de sus principales características del vocalista, la de ir y volver del falsetto, en la versatilidad de sus cuatro octavas, se pone en evidencia en "Joshua", donde va de punta a punta. Otra, la de generar solos fascinantes con su voz, como si fuera un instrumento más, aparece poco, pero queda en evidencia en la intro de "Woe" o en la coda de "Glory".
Además de Spalding, otras apariciones celebradas del disco son las del multiinstrumentista Gil Goldstein, en teclados y acordeón, y Larry Campbell, sobre todo cuando agarra la guitarra con resonador. Pero la principal estrella es la propia voz de McFerrin, en el anhelo por mostrar su fe.
Spirityouall es un disco sobre fe, de un hombre de 63 años que necesita abrir su alma, conectarse con su padre y con su propia espiritualidad. Y contagiarla.
Fuente: clarín.com
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