Tributo a Sandro Un disco de rock

Sandro es Gardel porque fue lo más cercano a Elvis que dio el sur del mundo y, para la industria de la música, porque vendió miles (¿millones?) de discos. Escribió -casi siempre a dúo con su manager Oscar Anderle- la mayoría de sus grandes éxitos, pero lo más impactante fue (es) la intensidad de sus interpretaciones. Eso: Sandro es un gran cantante que escribió muchas canciones, algunas muy buenas, otras no tanto. No al revés, como -por ejemplo- lo es Charly García. Tributo a Sandro-Un disco de rock rinde una asignatura pendiente del rock local: el homenaje al pionero. Pero lo hace con versiones de distintos solistas y grupos -un interesante abanico, que va de locales a visitantes, de modernos a clásicos-, de temas que escribió Sandro en distintos momentos de su carrera. Lo que se puede discutir es el nivel de acierto que tiene cada una de esas versiones. Suenan creíbles Divididos con Tengo, Bersuit Vergarabat con Una muchacha y una guitarra, Los Visitantes en Trigal; casi al mismo nivel están los Caballeros de la Quema con Rosa, rosa. Attaque 77, con Dame el fuego de tu amor, no tiene la misma puntería afinada que en los covers que hizo en su último álbum, pero suma. Es entusiasta Erica García con Quiero llenarme de ti, Los Fabulosos Cadillacs aporta una mirada original a Porque yo te amo, Diego Frenkel con Bel Mondo, en Penumbras, se arriesga en el tono melodramático del original, y León Gieco, acompañado por los Caballeros de la Quema, afronta el único tema no escrito por Sandro pero que sí fue un éxito cantado por él, Si yo fuera un carpintero, en una versión respetuosa. Y Virus, con Atmósfera pesada, arrima lo más cercano al rock’n'roll que se podía esperar de un disco en homenaje a Sandro; ése podría haber sido el camino más interesante. El resto -lo de Aterciopelados, Molotov, Javiera & Los Imposibles- se queda en la anécdota. Entonces, Tributo a Sandro-Un disco de rock es un homenaje a Sandro-autor. Y el reconocimiento del rock y de los rockeros argentinos al gran cantante, al showman, al gran intérprete, sigue pendiente. El autor de estas líneas entrevistó a Sandro a principios de los 80, y en un par de momentos de la charla, el reporteado se lanzó a cantar clásicos de rock’n'roll, una vez a capella y otra vez golpeando con sus dedos índices la mesa del estudio de grabación para llevar el ritmo. ¡Y aún hoy no hay nadie que cante eso como él! Otra demostración de cómo Sandro canta el rock se puede encontrar en Tango 4, donde Charly García y Pedro Aznar lo convencieron para que grabara con ellos una revisión de Rompan todo de Los Shakers. Entonces por ahí viene lo que ahora falta: que los más grandes músicos del rock convenzan primero, y luego acompañen y produzcan un disco de rock de Sandro. El gran disco que nunca hizo. El Tributo a Sandro-Un disco de rock que acaba de ser editado, sirve para aliviar esa espera.

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